Dentro del superorden Batoidea se ubica el orden de los Rajiformes, al que pertenecen los peces cartilaginosos ampliamente reconocidos como rayas, y están estrechamente emparentados con los tiburones. Aunque son animales de gran tamaño, las rayas son inofensivas para los seres humanos. Si te encuentras con una, es recomendable evitar movimientos bruscos, ya que su aguijón, si bien no es venenoso, puede infringir un doloroso golpe. Estos impresionantes peces pueden llegar a alcanzar los 900 kilos de peso.
Descripción de las rayas
Las rayas se destacan por sus aletas y su forma dorsoventral aplanada. Su esqueleto interno está completamente compuesto de cartílago, con las vértebras anteriores fusionadas. Sus aletas pectorales son grandes y funcionan como motor, propulsándolas a través del agua. El área central de sus cuerpos se conoce como el «disco». Por lo general, tienen un máximo de dos aletas dorsales y carecen de aleta anal. La aleta caudal es corta o incluso inexistente.
Su cola es larga, delgada y a menudo se asemeja a un látigo, con bordes dentados y afilados. Tienen hocicos estrechos y puntiagudos, a menudo con una aleta nasal carnosa. Las rayas no tienen membrana nictitante en los ojos, y sus córneas están unidas a la piel que rodea los ojos.
Las branquias se encuentran detrás de la cabeza y en la zona ventral, y la mayoría de las especies tienen cinco hendiduras branquiales, con una excepción en la raya Hexatrygon bickelli. En términos de tamaño, las rayas varían ampliamente debido a la diversidad de especies, y algunas pueden superar los 2 metros, llegando incluso a los 5 metros de longitud.
Distribución y hábitat de las rayas
Las rayas se encuentran en todos los océanos del mundo, desde el Ártico hasta el Antártico, tanto en aguas costeras, mar abierto y profundidades de hasta 3,000 metros bajo la superficie marina. Algunas especies también habitan en ríos y estuarios de agua dulce.
Comportamiento de las rayas
Las rayas tienden a descansar en el fondo marino, ondeando sus aletas para remover la arena y enterrarse parcialmente. Esto les proporciona camuflaje y les ayuda a evitar a los depredadores. Algunas especies siguen este comportamiento bentónico, mientras que otras, como la mantarraya, son pelágicas y cruzan océanos. Nadan utilizando movimientos ondulatorios de las aletas, junto con movimientos laterales de la cola y la aleta caudal si la tienen. Además, las rayas a menudo saltan fuera del agua para deshacerse de los parásitos que se adhieren a su piel o les siguen de cerca.
La sociabilidad de las rayas varía según la especie, algunas prefieren vivir en grupos grandes, mientras que otras son solitarias.
Alimentación de las rayas
La mayoría de las rayas son carnívoras y se alimentan de peces pequeños, moluscos y otros invertebrados que capturan en el fondo marino. Sin embargo, algunas especies se alimentan de plancton.
Reproducción de las rayas
La mayoría de las rayas son vivíparas u ovovivíparas, lo que significa que dan a luz crías vivas. Algunas rayas ponen huevos en estructuras córneas llamadas «bolsas de sirena». En todos los casos, la fertilización es interna.
Amenazas para las rayas
Las principales amenazas para las rayas son los depredadores que se alimentan de ellas y sus crías, así como la destrucción de su hábitat debido a la contaminación. Además, la pesca comercial es una amenaza, ya que algunas especies son apreciadas como alimento.
